miércoles, 30 de julio de 2014

Hamas v/s Coordinadora Arauco-Malleco

Durante estos días, he leído muchos tuits que compara la situación de Palestina, con lo que sucede en La Araucanía...

La verdad es que acá los únicos que han atacado escuelas, son encapuchados que dicen estar a favor de la causa indígena. De hecho, no les tiembla la mano para atacar e intimidar a gente del pueblo mapuche, que se muestre dado al diálogo o a parlamentar por la paz... Ejemplos hay varios, como los hechos que han afectado al dirigente mapuche, que representaba a la gran mayoría de las comunidades indígenas de Ercilla...

Escudos humanos:
Israel justifica las muertes de civiles, señalando que Hamas los utiliza como escudos humanos... Pero aún sabiendo que son civiles inocentes, no cesan en atacar los puntos en que se encuentran, conscientes de que les ocasionarán la muerte.

En el caso del conflicto de tierras de La Araucanía. También son utilizados como escudos humanos, niños y mujeres... Y si bien es cierto, acá no se utilizan misiles, igualmente hay menores y mujeres con heridas de perdigones...

Derechos ancestrales:
Es el discurso de Israel, para barrer y masacrar palestinos... Es el discurso de Hamas, para atacar asentamientos Israelíes... Y es el discurso de los llamados activistas pro-pueblos originarios, para justificar el ataque a parceleros, conductores de vehículos menores, empleados de empresas de telefonía, agricultores, obreros forestales, choferes de camiones y, a grandes empresas o a quienes trabajen para ellas... Nadie está libre de convertirse en una nueva víctima.

Hasta aquí podría haber un cierto paralelo entre ambas situaciones, pero no pasa de ahí. Por parte del conflicto chileno, no son cientos de víctimas, pero todas y cada una de ellas, de cualquier sector, son pérdidas humanas muy lamentables...

Mártires en conflicto Chileno (posteriores al “retorno a la democracia”):
Por la causa indígena: Edmundo Lemún Saavedra; Matías Catileo Quezada; Jaime Mendoza Collío... Todos ellos, en La Araucanía.
Sin embargo, quienes documentan el conflicto por parte de los pueblos originarios, consideran también entre sus mártires a: José Suárez Marimán; Agustina y Mauricio Huenupe Pavian; Juan Huentecura Llancaleo; Xenón Díaz Necul; José Huenante Huenante; Juan Collihuil Catril; Johnny Cariqueo Yánez; José Toro Ñanco...
Como notarán, varios llevan un apellido “huinca”. Porque desde la mal llamada “Pacificación de La Araucanía”, los pueblos fueron interactuando y sus sangres se fueron mezclando...

Víctimas de los activistas de la causa indígena: Margarita Nahuel (choque contra una barricada); Diego Mella Rosales; Ítalo Vidal Valdevenito; Marcelo de la Vega de la Vega; Cristian Freire Bustos; Juan Carlos Cordero Cerón; Carlos Pinto Catalán (6 brigadistas forestales); Héctor Gallardo Aillapán (parcelero); Werner Luchsinger; Vivianne Mackay (agricultores); Hugo Albornoz Albornoz (Carabinero); Mariano Guzmán (parcelero).

Víctimas indirectas de todo este conflicto, pueden ser muchas más. Sin contar el daño psicológico que han sufrido quienes han sobrevivido a los ataques de encapuchados, o de quienes han sufrido la mal llamada “militarización de La Araucanía”.

Militarización de La Araucanía:
Es el clásico discurso de activistas afuerinos (probablemente capitalinos o extranjeros que creen que los pollos de supermercado nacen sin plumas y sin cabeza, o que la comida del Mc Donald´s es saludable)... Seamos honestos, quienes nacimos en aquel período de la historia, en que gobernaba un militar; tenemos perfectamente claro que los militares disparan más y preguntan menos... Si hoy en día, ellos hubieran intervenido en La Araucanía, mucha sangre se habría derramado... No es que los considere sanguinarios, pero creo que el choque habría sido fuerte. Como lo fue con posterioridad a 1973... Huestes indígenas atacaban patrullas de Carabineros, de igual a igual, y sin ceder un metro. Pero cuando tenían a los militares en frente; rápidamente se rendían porque sabían que ahí les iría mal.

Testigos sin rostro:
Es una fuerte crítica que se ha realizado al sistema judicial. Pero sin testigos, el excesivamente garantista sistema judicial, en La Araucanía, terminaría absolviendo a todos los delincuentes, por el simple hecho de tener un apellido indígena y decir que su delito era en pro del conflicto de tierras... Indudablemente, hay organización y conductas terroristas en La Araucanía. Eso lo estableció claramente un tribunal en el caso del ataque sufrido por el matrimonio Seco Fourcade, en el cual no hubo personas condenadas.. Y obviamente, si hay activistas terroristas libres, estos van a agotar medios para que no haya testigos que permitan a un tribunal lograr convencimiento del actuar de los encapuchados...
Evidentemente, el Estado no está en condiciones reales de brindar seguridad a los testigos de delitos terroristas... Lo único que asegura la integridad física de esos testigos, es declarar sin hacer pública su identidad... Insisto: LO ÚNICO, es el anonimato de los testigos.

Corte Interamericana de Derechos Humanos:
Esta, recientemente resolvió que se dejara sin efecto las condenas por terrorismo, contra siete mapuches... Lo más probable es que esa Corte haya fallado con vicios, provocados por la fuerte campaña internacional que muestra a Chile como un país que está “masacrando” a sus pueblos originarios... Objetivamente, el Estado chileno ha fallado mucho en materia de difusión de los procesos de integración de los Pueblos Originarios, y el respeto por sus tradiciones y culturas. Y también ha fallado en el trato que ha dado al mismo conflicto, con la señal de que sólo se le compra tierras a las comunidades alzadas... Pésimo enfoque fomentado por políticos de poca monta, que con ello han escalado hasta el Congreso Nacional.

Nación Mapuche:
Hoy en día es irrisorio la creación de una Nación Mapuche, porque hay mucho chileno con sangre indígena que quedaría fuera de esa nación. Ya sea por sentirse más chileno que Mapuche, o por el simple hecho de haber perdido el apellido de sus ancestros...

Ya lo decía una amiga auténticamente Mapuche (absolutamente todos sus ancestros son indígenas, y no una sola rama de la familia), literal: “El mapuche es envidioso”... Y es esa envidia la que lo hace “chaquetear” a su propia sangre. No soporta que otro mapuche surja, crezca y prospere... Le gusta nivelar para abajo, y en tanto tiene el poder, pronto olvida su causa y busca el crecimiento individual... El más claro ejemplo lo constituyen buena parte de quienes han sido Consejeros Indígenas de la CONADI. Curiosamente, han logrado bienestar económico y posterior a ello, han desparecido de la vida pública...

Varios:
Respeto profundamente al pueblo Mapuche, porque toda mi vida he estado en contacto con ellos... Son tan humanos como cualquiera y sus mujeres son lo más admirable que tienen: Entregadas, comprometidas, fieles, enérgicas, trabajadoras, dedicadas, esforzadas y muy leales a sus parejas... Si tienen un gran marido, ellas están detrás para que sea más grande aún... Si tienen un pésimo marido, ellas están detrás justificándolos y apoyándolos para que algún día “sienten cabeza”...

Mientras haya anarquistas descerebarados lavándoles la cabeza a las comunidades, incitándoles a ir al choque, atentando contra todo lo que les suene a capitalismo, Estado Chileno o “huincas”... Mientras exista gente de esa mala calaña; los pueblos originarios seguirán marcando el paso, perdiendo su identidad cultural y tomando como cultura propia lo que les venda el mercado o los violentistas.

Fuerza al pueblo Mapuche que cree en la integración de las naciones, sin perder identidad cultural, pero que respeta los espacios que de una u otra forma, ocupan sus semejantes no indígenas.

sábado, 12 de julio de 2014

Fiesta de los '80 y '90

Ayer fui invitado a una fiesta con música de los años '80 y '90, en el Hotel Traiguén, de la ciudad de Traiguén.


A diferencia de las fiestas de la época (que comenzaban a eso de las 11 de la noche y no paraban hasta el alba); mi esposa, una amiga y yo, llegamos a eso de las 10 y estaba casi lleno. - Pero como en los años '80 corría el "Pituto", el nuestro nos tenían una mesa reservada, frente a la pista de baile... Desde mi privilegiada ubicación pude apreciar que había más mujeres que hombres... Como en las fiestas de los '80...

Avanzaba la hora y los improvisados DJ colocaban temas al azar, sin ninguna concordancia musical entre ellos, por lo que el público se limitaba a consumir... Y consumir... Y "picotear" el maní que había en las mesas... Hasta ahí bastante fome, de no ser porque los organizadores visitaban las mesas ofreciendo las delicias que tenían en la cocina...


Del desastre musical pasaron al Karaoke... OMG!, pensé yo... Ni que fuera un cumpleaños infantil... Para sorpresa de todos, hubo dos o tres participantes que cantaban bastante bien... Y no faltó el que se animó a cantar, pese a su desafinada y desentonada voz... Comenzaron las seseos... Nadie quería pifiar... Pero eso causó cierto entusiasmo en el público, deseoso de circo, donde se mofan del caído... Y cuando nadie se animó a cantar más, el público cantaba desde sus asientos un tema de Alejandra Guzmán:

Hacer el amor con otro
noooo no no
no es la misma cosa, no hay estrellas de color rosa
no destilan los poros del cuerpo
ambrosía salpicada de te quieros.
Hacer el amor con otro
Síííííí sí si.....

¿Perdón?, dijo el animador... ¿dijeron Síííí sí sí, por ahí?

Seguía la canción y seguían los Síííí sí sí... Ups!... prendieron las "chiquillas", dije yo... Tal vez el baile se ponga interesante...

Por suerte, los organizadores tenían una carta bajo la manga. Un video musical estilo Clasic Project, con temas casi completos, muy bien hilados... Pero nadie bailaba... ¿?...

Hasta que salió la primera pareja. Un otrora 'flaco', alto, con su pareja más pequeña y con unos tacos que en algo disimulaban la diferencia de altura... Bailaban muy bien y a los 30 segundos salieron las demás parejas...
El 'pic' se logró con la clásica melodía del "punchi Punchi punchi Punchi punchi"... Otros temas como "El Mugrero", "Era Muda", "La Pachanga", eran el caballito de batalla que los tenía a todos en movimiento... Yo los veía bailar y me vinieron los recuerdos del pasado... 

¿Cómo estarían mis compañeros del colegio y la universidad?
¿Cómo se verían ahora mis compañeros?

Y comencé a hacer asociaciones... Tonteras que causa el ocio, mientras mi esposa y su amiga salían a fumar (Esa era otra cosa que había cambiado... Ambiente libre del humo del cigarrillo)...

Estaba la clásica rubia natural, bastante atractiva a pesar de los años... Y la rubia artifical, con un buen trabajo de peluquería... Nada que decir... Ya que casi todos los asistentes evidenciábamos cierto grado de sobrepeso... También estaba la flaca que se matiene bien hasta la madurez, y baila bien, pero sin exagerar... Y estaba la que en ese entonces era la clásica tía joven y buena onda (hoy madurona alolada y siempre muy simpática)...

No faltó la morena coqueta con su sensual movimiento de caderas... Ni el clásico bailarín tieso... Asumo que tan tieso como en la adolescencia... y Ahí me vi, "pelando" a cuanto sujeto o mujer se me cruzaba, sin siquiera haber puesto un pie en la pista...

Pero llegó mi momento... Y nada menos que con mi esposa y su amiga... Como en ciertas fiestas de liceo en que mis compañeras preferían optar por bailar conmigo, que con los clásicos pasteles de entonces...

Rodillas no me fallen, pensaba yo. Y creo que me defendí bastante bien, considerando la falta de práctica, el sobrepeso y el que no haya bebido alcohol... En la disco primero consumía el "cover", ojalá bien cargado, y luego me animaba a bailar... En ese estado creía que lo hacía bastante bien... jajajaja... Cosas de adolescentes...

La pasé muy bien; estuvo 'entrete' la cosa y en esas condiciones, uno siempre queda con ganas de repetir la experiencia... Pero, de manera similar a lo que pasaba en algunas de las fiestas de los '80, la amiga de mi señora sufrió un malestar estomacal... No sé si por lo que comió, o por la mala calidad del pisco sour (sólo se sirvió uno y medio)... Así es que nos retiramos a eso de las dos y media de la mañana...

Raya para la suma: Nos estamos poniendo viejos, pero no perdemos las viejas costumbres...