viernes, 24 de abril de 2015

Fuego

Hace un par de semanas, tuve una discusión tuitera, por causa de los incendios que afectaron algunas áreas silvestres de la región de La Araucanía.
Todo comenzó cuando una señorita (funcionaria de CONAF), pidió mi punto de vista al respecto (ello en atención a que yo era profesional del rubro, y además, vivía en la región).

Algo que siempre nos recalcó nuestro profesor de administración, es que antes de emitir una opinión técnica, primero hay que hacer una visita al terreno (mi profesor, en ese entonces, trabajaba en CONAF). Tal vez esa fue la lección que mejor aprendí...

Es así, como intenté emitir una opinión que no requiriera el haber visitado el terreno(a pesar de que había estado en la zona varias veces, en otras circunstancias); pero hay ideas que no se pueden hilar tan fácilmente en 140 caracteres y ella todo lo entendió al revés. Conclusión, me trató de "mala leche" y me bloqueó.

¿Qué dije?

Básicamente, que la primera cabeza que debía rodar, era la del Director Ejecutivo.

¿Por qué?

A pesar de que la imagen del Director Ejecutivo Nacional parece ser la de un simple operador político, que un puesto realmente ejecutivo; en sus manos debiera estar el velar por la correcta distribución de los recursos económicos y/o técnicos... Eso permitiría al Director Nacional, realizar una mejor gestión, ya que las salidas a terreno y demás compromisos protocolares le deben quitar mucho tiempo (por decirlo de manera simple).

Al menos, esa era mi visión de tales cargos.

Confiaba en la trayectoria del director regional. Aunque sus múltiples apariciones en ceremonias públicas (en plena emergencia), lo hacía ver como un sujeto "fandulero" y poco preocupado del trabajo que estaba realizando "su gente"..

Ahora, apuntando a los siniestros propiamente tales. Muchas voces (profesionales del rubro), apuntaron a que se actuó tardíamente, o a que subestimó el peligro.

Mi visión es que, a pesar de las dificultades propias del terreno. Una institución experta, como CONAF; debiera tener modelos de simulación de avance y combate del fuego, en todo el territorio nacional susceptible de quemarse.

O sea, si hay empresas que aciertan con un mínimo margen de error, en relación al resultado de una elección presidencial... ¿Cómo es posible que no haya expertos capaces de crear modelos que hagan más eficiente el combate del fuego?

El Gobierno se jactaba de que la nueva estrategia de CONAF era reaccionar más oportunamente, y con mayores recursos, minimizando el impacto del fuego y disminuyendo la cantidad de superficie quemada... Y digo "se jactaba", porque a la fecha, y en relación al año anterior; tal eficiencia solo redujo en un 1% la cantidad de superficie quemada... O sea, estadísticamente hablando, no hubo una mejora significativa...

Pero no hay que ser tan hereje y desconocer el enorme esfuerzo de los brigadistas forestales. Este año, durante todo el verano, no cayó una sola gota de lluvia; y la primavera fue muy lluviosa. Conclusión: Mucho combustible seco, por todas partes.

Y si yo me di cuenta de ello, con mayor razón lo hicieron los expertos de CONAF; solo que en un momento en que los recursos ya habían sido asignados, y claramente iban a ser insuficientes a la hora de combatir un incendio de la magnitud ocurrida en la Reserva China Muerta, o la Reserva Malleco.

Ahí es donde el rol del Director Ejecutivo era un factor clave y esencial... Si hubiera funcionado de la manera en que yo asumí que debía hacerlo.

Tal vez, me quedaré con la duda de si realmente me equivoqué, o mi visión era la correcta... Lo concreto es que esta temporada se quemaron más de 100.000 há de terreno. Se repitieron incendios, lo cual dice que nada se aprendió del pasado (Valparaíso y Reserva Malleco pueden servir de claro ejemplo). 

Y que a pesar de tener gente altamente calificada en el combate de incendio: Se sigue teniendo una deficiente asignación de recursos, lentitud en reaccionar y con una nula capacidad de autocrítica.

Prevenir es sumamente importante, pero siempre hay que estar preparado para la emergencia... Los bomberos lo saben muy bien y se preparan periódicamente (muy meritorio, considerando que es un trabajo de voluntariado); pero el trabajo de CONAF es profesional. Aún así, su mano de obra son, literalmente "temporeros mal pagados"...

Tal vez sea esa, la primera reflexión en esta materia...