domingo, 12 de agosto de 2012

Falsos Pobres, falsos ricos

Hace poco, fuimos impactados por un programa de televisión que dejó en evidencia, la existencia de muchísimos compatriotas que defraudan al sistema de salud.

Aunque algunos sostengan que el Estado debe garantizarnos la salud, yo les rebato señalando que todos somos estado, aunque en el orden general de cosas pesemos menos que una pelusa al viento.

Por mi parte, como usuario del sistema de FONASA. Tal vez de los pocos que pertenecen al sistema, teniendo un sueldo promedio superior a la media nacional; me es aún más molesto y despreciable. Es que siento que con mi modesto aporte se están beneficiando personas que rentan mucho más que yo. Personas que pueden cubrir el copago que realizamos la gente "normal" dentro del sistema.

En Traiguén me han hablado de un gásfiter, quien reconoce ganar en promedio unos $550.000.- mensuales. Él no tiene iniciación de actividades, por tanto, si el sistema pretende descubrirlo tendría que auditar sus bienes, y si estos se ajustan a la renta presunta que le hace acreedor de todos los beneficios sociales habidos y por haber. No sólo en salud, si no que subsidios de agua, luz, y quien sabe cuantos más.

Hilar tan fino, ¿quién?, ¿un municipio cuyo alcalde depende de los votos de estos "usuarios", del sistema?, ¿un Estado en similar situación, que se perpetúa ofreciéndo dádivas que mantienen a los pobres en la misma condición?. "Votantes cautivos", suelen llamarles.

Y en la otra vereda. Los falsos ricos. Esos que tienen labia, visten bien, arriendan en sectores acomodados, y digo "arriendan", porque entre otras cosas,se les hace un hábito desaparecer de la noche a la mañana dejando una seguidilla de deudas impagas.

Tienen a sus hijos en buenos colegios, pero rara vez pagan las cuotas. "Vacunan" a los amigos con el clásico "presta luca y mañana te la devuelvo", que resultan ser muchas lucas, rara vez devueltas. Compran autos a crédito y dejan de pagar las cuotas, usándolos hasta que les son embargados, y de ahí van por otro. En cuanto a la alimentación, también se dejan caer en las casas de los amigos, porque en la propia la despensa suele estar vacía.

Podría continuar, pero considero que ya quedó claro con eso...... Ambos, el falso pobre y el falso rico, son en escencia lo mismo: Viles estafadores ignorados por la justicia, o que se manejan hábilmente en los abismantes vacíos que la misma legislación les brinda.

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