sábado, 17 de mayo de 2014

Cosas de hospital



Tiempo atrás, leyendo mi Time Line de twitter, una persona manifestaba estar contento, celebrando con unas enfermeras; dando a entender que eran geniales, no como las de "MATRONTERÍA"...


Decidí ver quien era esa persona que tenía tan mal concepto de las Matronas... Lo primero que descubrí es que era médico... Vaya!... Un sujeto que se supone es brillante...

Lo segundo que descubrí, es que tenía enlazado a su cuenta algunas publicaciones de Facebook, donde se deshacía en elogios hacia su pareja... Decidí hurgar un poco más y su pareja era otro sujeto...

Quedé perplejo... Una persona gay, que ha vivido en carne propia lo que es la discriminación, osaba ridiculizar a otro ser humano... Comprendo que hayan discrepancias con personas puntuales, pero su expresión claramente apuntaba a un gremio completo...

En ese instante quise contestarle una pesadez, pero decidí callar... El tipo me había sacado de mi tranquilo estado... Se me vinieron varios improperios a la mente... Pero me contuve...

En Chile, muchos casos han sido catalogados como actos homofóbicos, al punto que se debió aprobar una ley especial al respecto... Pero ¿que hay cuando el discriminador pertenece a esta "minoría sexual"?... No malinterprete, intento equilibrar la balanza... Este sujeto debiera haber medido más sus palabras, y si mantenía su convicción, al menos debió haber argumentado un poco más...

Lo único que me quedó claro una vez más, es que cuando una persona con ciertas "condiciones especiales", alcanza un nivel social puntual, se siente con el derecho de menospreciar a quienes no considera como "semejantes"... No es porque este señor sea médico, ni mucho menos, porque sea gay... Pasa con abogados (jueces o similares), músicos exitosos, empresarios de gran fortuna, etc... 

No es la educación gratuita, el acceso igualitario, salud para todos, ni ninguno de esos "plus" sociales que son enarbolados como banderas de lucha, lo que nos hará mejores persona... Es algo tan simple: El Respeto... Discutir desde nuestras naturales diferencias, pero respetando que otros no concuerden con nuestro parecer (aunque estén errados... jejejeje...)...




sábado, 26 de abril de 2014

Los tejedores



Cuando era pequeño, los días de lluvia solíamos pasarlos en la casa. Era en esas oportunidades en que mi madre, mientras veía las telenovelas, solía tejernos chalecos. Para ello, deshacía los que ya nos quedaban chicos, le agregaba otro poco de lana, y tras un par de días de reveses y derechos, nos tenía chaleco nuevo...

Yo siempre la observaba con atención, hasta que un día le pregunté cómo lo hacía. Ella me explicó los movimientos que realizaba, y cuando se descuidaba, yo le tomaba el tejido y le avanzaba una corrida... Como no sabía, siempre metía las patas y mi madre terminaba deshaciendo dos corridas, para así volver a retomar su tejido... 

Al final, aprendí... Así fue como, reuniendo algunos pesos, me compré un ovillo de lana azul marino y a punta de revés y derecho, me hice una bufanda... La usé durante mucho tiempo... 

Para no olvidar lo aprendido, tejía pequeños cuadrados de lana... La verdad es que había olvidado eso, pero Claudia (mi amiga de Victoria, de quien hablé en el relato de "La Chumanga"), me recordó que le había enviado uno de esos cuadrados, como obsequio - La verdad es que me sonrojé bastante cuando me lo recordó-

Es del caso que, estando en las actividades de aniversario de mi liceo, una de las competencias era que un hombre tejiera una bufanda... Yo guardaba silencio respecto de mi "habilidad" con los palillos, pero como una prima estaba en el mismo curso, sin que nadie le preguntara y como si fuera Judas, me "vendió"...

Así fue como el día de las actividades, a todos tejedores del liceo nos ubicaron en un espacio aislado (era uno por curso)... Mientras los demás compañeros realizaban las diferentes pruebas (Gimkana, pruebas flash, tirar la cuerda, la carretilla, disfraces, etc); nosotros, teje que teje...

No faltaron los que tenían gran habilidad y mientras tejían, conversaban y comentaban las competencias... En eso yo me detenía a ver las actividades y mis compañeros me gritaban "Eduardo: Sigue tejiendo"...

Desde ese día, nunca más tomé un par de palillos... Y por si se preguntan como me fue; le gané a todos mis compañeros de primero medio... :)


jueves, 24 de abril de 2014

La Barwoman




En mis tiempos de universidad, había una chica que llamaba bastante la atención. Era una colorina de ojos verdosos, que siempre destacaba con un delineador negro; rostro ovalado, nariz levemente respingada labios carnosos, pero no gruesos; alta y delgada, a pesar de tener una contextura media; y que siempre vestía ropa ceñida, destacando un bien formado busto.

Ocasionalmente escuchaba que mis compañeras cuchicheaban, no tardé mucho en descubrir que hablaban de ella. Yo no la conocía; aunque era bella y no me era indiferente, jamás me preocupé de buscar hablarle, o pedir a uno de sus conocidos, que nos presentaran... (Típico de aquellos años, al menos, según me parecía a mí).

Cierto día pregunté si alguien la ubicaba, no mostrando mucho interés; Vivianne, una de mis compañeras, me contó que ella era la barwoman del "Bárbaro"; un Pub de Temuco, que ignoro donde quedaba. No volví a preguntar nada más de ella.

Yo tenía la idea de que una chica así, tendría un galán atractivo y solvente, que atendiera sus gustos... Fui prejuicioso, y lo reconozco. Para mí, la universidad era un mundo nuevo, donde ya había visto varios casos en que las chicas bellas, andaban con chicos de esas características... Obviamente, yo no estaba en ese grupo; jamás me creí el cuento de que fuera atractivo, y mis recursos económicos apenas me alcanzaban para locomoción y mi naciente vicio, el cigarrillo...



Uno de los requisitos de la universidad, era que todos los alumnos debían cursar un ramo deportivo. Como el deporte no era lo mío, postulé varias veces a un cupo en Ping-pong, hasta que lo conseguí. 

El curso estaba integrado por alumnos de diversas carreras y una de mis compañeras era ella, la colorina que había llamado mi atención un par de años atrás.

A medida que transcurrían las clases, ya uno iba recordando los rostros de los compañeros y para el final del semestre, nos saludábamos cordialmente.

Para ese entonces, yo ya estaba casado, y eso lo comenté en una de las clases... Curiosamente al final de la misma, ella se aproximó y me dijo si quería ir a comer una pizza al mall. Fuimos y conversamos un buen rato. tras lo cual me di cuenta de lo injusto que había sido en mis apreciaciones. 

Ella era una chica que contra la voluntad de sus padres se vino a estudiar al sur, prácticamente con lo puesto... Consciente de sus atributos físicos, sabía que trabajo no le faltaría y con eso, más crédito y becas, logró sacar adelante su carrera... Por dentro yo moría de vergüenza... Ella era sencilla, directa, con un timbre de voz que daba gusto oír. El movimiento de sus manos era delicado y muy "femenino" (disculpen si suena machista la descripción), aunque las mismas se notaban gastadas por el trabajo... Era de esas personas que te miraba a los ojos al hablar... Conversamos trivialidades y luego de servirnos la pizza, cada cual cortó por su camino...

Años después me crucé con ella, en lo me pareció, era una ONG ambientalista... No pregunté mucho; la saludé cordialmente y nunca más la volví a ver.


Hasta el día de hoy, me pregunto a qué obedeció esa invitación... En atención a que yo estaba casado, tal vez asumía que no la intentaría seducir - de hecho, no hubo intento alguno al respecto -. O tal vez solo deseaba conversar con alguien, ser escuchada y comprendida. - No recuerdo haberla visto compartir con amigas; tal vez, no las tenía - . 



jueves, 17 de abril de 2014

Venezuela



Venezuela, un país al norte de Sud América..., o al sur de Centro América... O un país del nuevo continente, con mañas del viejo continente...

Ciertamente, de niño, lo único que sabía de Venezuela, era por sus telenovelas...

Recuerdo que eran interminables... Cuando todo se iba a aclarar, surgía una nueva dificultad... Eran 3 meses más de incertidumbre... 

Sus personajes eran muy bien armados, y uno se identificaba con alguno, o bien, se encariñaba con otro... Increíble, pero se llegaba a detestar a los malos... 

En cuanto a los actores; en otra novela aparecían de buenos, y eran perdonados por la maldad causada en la novela anterior... Visión muy de niño tal vez... 

Los paisajes, su acento, sus bellas mujeres (ahora digo bellas. En mi niñez, eran las "angelicales"), y sus multifacéticos actores... Nadie de la época puede negar que conoció al "Puma", primero como actor, y luego como cantante... Así también pasó con Carlos Matta, el "Cheíto"... Y otros que de momento no me vienen a la mente...

En la Universidad, supe de Venezuela, por mi profesor de "Manejo del Fuego"... La empresa para la que trabajaba, tenía patrimonio allá... Nos contaba algunas anécdotas; como el hecho de aprovechar las noches de aburrimiento, y salir a pasar semáforos en rojo para ser perseguido por la policía... Tras la licencia iba su billete, y la infracción era perdonada (cosa que en Chile, se supone que no pasa... - No me consta, pero haré como que es así)...

En cuanto a la foto que acompaña este relato. Fue parte de una campaña alusiva a "desnudos por Venezuela"... Ya que las fuerzas armadas denigraban a los protestantes, desnudándolos...

No sé si realmente la situación del país sea tan mala como se nos señala... O es la versión de los medios... No haré un análisis de algo que desconozco en detalle... Ni una defensa de un régimen donde los poderes recaen en una persona, y en que los medios no pueden informar libremente...

Solo diré que las novelas fueron parte de mi infancia. Alimentaron mi imaginación. Y me dieron momentos para compartir con mi madre, a quien por cierto, ya veo con muy poca frecuencia... No por ser descariñado; sino que por la distancia, y porque mi vida familiar me demanda mucho tiempo... Un culebrón chileno, con aires venezolanos, sin tragedia de por medio...

Paz al pueblo de Venezuela. Que prime la cordura, y que nos sigan deleitando con su bellas mujeres...




Una noche de Jueves Santo




Siendo hoy, noche de jueves santo, vino a mi memoria una de aquellas noches...

Esto sería hace unos 20 años. Por una de esas casualidades, me encontré con unos amigos, vecinos de barrio... Los padres de Marcos (uno de ellos), habían salido y él había quedado en casa junto a su hermana... Surgió la idea de compartir “algo”... Ese “algo”, era piscolas y papas fritas...

Al ingresar a la casa, junto a otros amigos, noté que estaba Carola, la polola de Marcos. Ella ya se había dado a la tarea de freir unas papas... El grupo lo completaba Juan Pablo (hermano de Carola), y Pato (otro de los vecinos)...

Mientras conversábamos de cosas diversas, de fondo oíamos un “cassette” del grupo de moda: Maná...

En el muelle de San Blass... Mariposa traicionera... Vivir sin aire... Déjame entrar... Y tantas otras más.

Los temas conversados, ya el tiempo los ha borrado de mi mente... Pero algo me quedó muy presente... La actitud de Carola cuando llegamos... Parecía estar avergonzada de que la viéramos cocinando para él... O tal vez, quería aprovechar la noche y el espacio para estar a solas con Marcos... Eso fue al comienzo, ya que el ambiente fue muy grato y todos hablábamos sin parar..., a veces con uno, a veces con otro, y otras tantas, casi todos al mismo tiempo... O todos coreando las canciones...

Como sea que se hayan dado las cosas, fue una muy grata noche... Noche que nunca se volvió a repetir, ya que con los años, cada cual siguió su propio camino... Patricio se fue al norte, Marcos a Temuco, Carola también (pero no están juntos)... y de Juan Pablo y Paola, no he vuelto a saber...

Hoy, con los años, añoro el poder disfrutar una más de aquellas noches, en que el tiempo era relativo, tenía toda una vida por delante y un sinnúmero de oportunidades; pero por sobre todo, por verles una vez más...


Nostalgia, sin duda..., los años no han pasado en vano...


miércoles, 2 de abril de 2014

Cartas de adolescente


En la historia anterior hice alusión a unas amigas que conocí en la Ciudad de Victoria. Hablé de las cartas que intercambiamos y de la vez que las visité...

Pues bien, al día siguiente me di a la tarea de tratar de ubicarlas nuevamente... Obviamente, con los recursos informáticos actuales, es mucho más fácil, si se sabe como buscar...

A la primera persona que contacté fue a Natalia... Fue muy entretenido charlar con ella (léase, intercambiar mensajes)... Debo reconocer que es más guapa de lo que recordaba (o sería que en esos años yo era muy “pollo”)... Hablamos de aquellos tiempos, de los actuales y le envié un enlace de lo que había escrito en mi blog... Así fue como me enteré que seguía en contacto con las otras dos chicas (ahora más crecidas y con sus respectivas familias); su situación actual, la ciudad en que vivía... Cosas así... Me alegré mucho, no esperaba una respuesta tan cordial...

 En cuanto a las chicas, también intenté contactarlas...

Primero fue Claudia... Recordaba su sonrisa y su mirada, ese fue el indicio que me motivó a enviarle un mensaje... Como habían pasado más de 20 años (y me sorprendí de ver que también era muy guapa), mi seguridad de haber contactado a la persona correcta no era mucha, pero acerté y también charlamos un rato... Le recordé que nunca me pudo derrotar al cachipún (más conocido como piedra, papel o tijeras), así fue como en esa oportunidad quedó comprometida a ser la primera en escribir, y yo le iría contestando... También le envié el enlace al texto escrito... Ella recordaba cosas que yo había olvidado... Como cosas que le envié de regalo, y que según me dio a entender, aún conservaba... Me sonrojé al saber lo que era (no diré qué)... Ella era la chica segura de sí misma que yo recordaba...

Vanesa quedó para el final, pero igual pude contactarla... De ella recordaba su tierna mirada y su sonrisa (usaba frenillos, pero eso no afectaba su apariencia)... En la actualidad, obviamente, los frenillos habían desaparecido... Escribirle fue muy fácil, las palabras me fluyeron con mayor rapidez que con mis amigas anteriores... Me reí bastante, imagino que ella también... La encontré tierna (como era en aquellos tiempos)...

Espero no perder el contacto, y quien sabe, tal vez juntarnos a conversar... De seguro recordarán más cosas de mí, de lo que escribí; o de aquél campamento inolvidable donde se despertó mi interés por la naturaleza, desde una nueva perspectiva... Tal vez, ahí se sembró la semilla de lo que estudiaría una vez egresado de cuarto medio...

En cuanto a ellas, imagino que fue grato el diálogo... Lo sabré si me vuelven a dirigir algunas palabras...
Fueron corteses y simpáticas...

Fueron aquellas amigas adolescentes que yo recordaba...

lunes, 31 de marzo de 2014

La Chumanga




Por alguna actividad del grupo de ecología de mi liceo, alguna vez estuve en un campamento científico, en la ciudad de Victoria. Fue una actividad muy entretenida y novedosa, que jamás olvidaré.

Durante el desarrollo de esta actividad, fuimos recibidos por alumnas de un colegio local: La Vanessa, la Claudia, y la Natalia... Terminada la actividad nos dimos las direcciones - Por esos tiempos no era tan común tener teléfono, y los computadores eran algo casi desconocido...

Pasaron los meses, algunos años, y seguíamos en contacto... Cartas iban y venían... ¡Qué tiempos aquellos!... – Todavía conservo la mayoría de las cartas en una caja pequeña...

Hasta que un día recibí una invitación para ir a visitar a Natalia. Ella era hija del director de la escuela especial, y vivía en una pequeña casa que había junto a la misma... Su madre me atendió muy bien; su padre, no salió de la pieza...

Salimos a dar una vuelta por la ciudad, fuimos a la casa de Claudia, charlamos de todo un poco y luego me acompañaron al bus... Ningún bus entraba a Lautaro, así es que estaba predispuesto a caminar los 2km que había desde la carretera, hasta la ciudad...

Durante el viaje de regreso,  paré la oreja al oír que alguien más iba a Lautaro. Era una chica de cabello negro, grueso; rostro redondo, voz ronca, y bastante más baja que yo... Interrumpí su conversación, le pregunté que a qué parte de Lautaro iba... ¡Sorpresa!, era prima del Toño, el nieto de la vecina de mi abuelita, con quien jugaba ocasionalmente... Ella (quien se llamaba Paula), iba a la casa de su abuela...

Ya no haría solo el trayecto a casa... Caminamos juntos, conversamos de todo, y con el correr de los días, como vivíamos cerca, nos topamos más de una vez... Mi hermano menor la encontró muy bonita... Al parecer, se gustaron y comenzaron a salir... Nada serio, pero duró bastante... Ella se había venido a estudiar a la región, y se iba a quedar en casa de su abuela... Su mamá se quedó en su Punta Arenas natal...

Durante ese verano vi a mi hermano salir en bicicleta con ella, caminar; aprendió a fumar y también llegaba con rabia a la casa, ya que al parecer, la sureña gustaba de andar coqueteando (a pesar de estar acompañada)... Cosa que no era común ver por estos lados (al menos, en esos años)...

A mi papá le hacía mucha gracia, encontraba ‘harto avispada’ a la chumanguita... Y ella siempre iba de visita a la casa (a pesar de que con mi hermano ya no pasaba nada). Conversaba con mis padres y se iba al caer la noche...

¿Chumanga?... ¿Qué era eso?... Bueno, nada más y nada menos, que es como les dicen coloquialmente, a las personas nacidas en Punta Arenas y estrecho de Magallanes... No lo supe hasta mucho tiempo después... En cuanto a ella, hace muchos años que no la he vuelto a ver...

Ese periodo de la historia


Cuando yo nací, el año 1974, mi padre tenía 24 años y mi madre 22.
Su primer ejercicio electoral fue el año 1970, y sería el único que conocerían por mucho tiempo; hasta que en el año 1988, se realizó el plebiscito del “Sí” y el “No”...

Nací y crecí en ese período de la historia, donde ser de izquierda era malo; ser independiente era no ser “ni chicha ni limoná”; y que existiera algo llamado “derecha” sólo lo vine a saber ya de adolescente...

Mi infancia fue tranquila; no sabía de toques de queda, ya que a esa hora dormía... En fiestas patrias comprábamos “petardos”, “guatapiques”, “silbadores (o viejas)”, lo cual era legal y no llamaba demasiado la atención de la gente... Otra entretención era echar una piedra de carburo en un tarro con un hoyo en la base, activarlo con algunos escupos y hacerlo “tronar”, como si fuera un petardo... Jamás llegó algún uniformado a llamarnos la atención por ello....

Uno conocía a los vecinos por su nombre..., jugaba a la pelota en la calle..., caminaba al colegio, ya que no existían los furgones escolares..., llovía bastante y cada invierno había voladura de techos..., y sin embargo, la gente era feliz (o eso parecía). Los niños compartían y jugaban (apenas se conocían)..., era habitual ver rondar al ‘viejo del saco’..., y huir del ‘patas grandes’ (un señor que vivía en la calle y que alguna vez me dio un golpe con su bastón)...

Además de ayudar en la casa; estudiar y jugar eran nuestra únicas preocupaciones... Para hacer las tareas, la gente iba a la biblioteca municipal; un lugar muy acogedor que quedaba cerca de mi colegio... Los paseos del curso eran a la piscicultura; corríamos y jugábamos todo ese día, cada paseo, cada año...

Más de alguna vez viajé en tren a la capital del país... Un viaje llamativo, monótono, donde se dormía mal, y se despertaba a cada instante...

Extraño fue descubrir con los años, que en ese período murió gente, por pensar diferente..., los tontos útiles, decían los abuelos. Y tal vez tenían razón, pues, del extranjero llegaron Mesías anunciando la ‘alegría que ya venía’...

Esa alegría vino con revancha por lo ocurrido los años anteriores... De repente, quienes eran hijos de ‘milico’ eran ciudadanos de segunda clase... Los pobres recibían alguna limosna, esperanzas, y seguían siendo igual de pobres... Los ‘ricos’, seguían abultando sus fortunas... Se hablaba de la clase media, yo los veía a todos iguales...

Amigos comenzaron a verse con otros ojos... Que uno era hijo del capitalismo; que otro era hijo de la vieja que se enriqueció en el gobierno de la UP; que el otro era hijo del viejo que se llenó los bolsillos gracias a los milicos; que otro era guacho (como O’Higgins); que la otra era hija de la suelta de la tesorera del curso (que tuvo amoríos con el presidente del mismo curso)...

¿En qué mundo había estado yo todo ese tiempo?... ¡Yo pensaba que conocía a toda esa gente!... Siempre me saludaban, conversábamos, me contaban historias y compartíamos anécdotas... Nos contábamos chistes, comíamos del mismo plato y con la misma cuchara... Me pegaron los piojos (o yo a ellos)...


El tiempo ha pasado, los años se han ido sumando, y cuando nos topamos en la calle, nos quedamos mirando con cara de ¡Yo he visto a este tipo en alguna parte!...

viernes, 4 de octubre de 2013

¿Le gusta el mate?


En cierta oportunidad, viajé en compañía de dos mujeres de la etnia mapuche, que viven en la comuna de Lumaco... Como el viaje demoraba alrededor de 2 horas, y para intentar obtener de ellas alguna anécdota simpática, es que inicie la conversación...

Vi que eran bastante risueñas, sobre todo la menor de ellas, que había trabajado fuera de la comuna (para precisar más, trabajó en la capital del reino, o sea, en Santiago)... Indudablemente el cambio cultural es fuerte, ya que la vida capitalina es más vertiginosa y peligrosa que la vida de campo...

Recordando los años que pasé en faenas forestales, se me ocurrió consultar si tomaban mate... Y si a este le agregaban hojas de boldo...

El boldo es una planta nativa, con reconocidas propiedades medicinales, y menos conocidas propiedades adversas... (La foto representa a esta especie nativa)...

Retomando... Noté que cerca de la casa de ellas, habían varios árboles de boldo, he ahí el punto... Y ya más en confianza, le consulté a la menor si tenían hijos y cuántos años llevaba de casada... Varios años y nada de hijos... A continuación consulté si el hombre "respondía".... "Sí, más o menos"....

Cuando ya comenzaban a poner cara de preocupada por mis preguntas, es que les señalé lo que me habían comentado: El boldo no hace muy bien a los hombres, ya que les puede producir disfunción eréctil... Obviamente lo dije en términos más coloquiales, algo así como que le funciona a medias el "aparato"... La muy pícara me entendió enseguida... La madre de esta, también...

Así es que, le iban a sugerir al macho reproductor el dejar de agregar hojas de boldo al mate, o tendría que pedirle ayuda al vecino para iniciar la crianza...


El Eunuco


Tal vez la primera imagen que se nos venga a la mente, al decir la palabra "Eunuco", sea el de "Lord Varys", de la saga "Juego de Tronos"...

No faltará el que recuerde algún cuento o historia que relataba la vida o destino de estos castrados seres... Como servir en los aposentos de las jóvenes de un Harem.... O labores similares, que implicaran el cuidado de mujeres... Claro está que siendo hombre, en cualquier momento podía sentir la "tentación de la carne"... Alto costo a pagar, de aquellos que tenían un "trabajo relativamente estable"...

¿Ocurre eso en nuestros tiempos?

Gran interrogante... Considerando que estas prácticas están más ligadas al viejo continente (o al menos, más documentadas por esas zonas)...

Cierto es que, en una oportunidad, trasladé a un señor de avanzada edad a un sector rural. Como el viaje era largo, y estos viejitos siempre tienen historias "sabrosonas" que contar, es que le busqué conversación, lo cual resultó muy bien....

Sus padres ya habían muerto, y de sus hermanos, sólo mantenía contacto con uno que vivía en Argentina. Allá realizaba la administración de un predio agrícola; como seguía soltero y sin hijos, no tenía distracciones que redujeran su productividad. Precisamente ese "pluss", era el que le permitió llegar a un puesto de tal relevancia...

A la pregunta de por qué seguía soltero... Ya se imaginarán cual sería el tenor de la respuesta... Pues bien, estando (su hermano) trabajando en Antofagasta --zona minera donde, por esos años, la mayor parte de la población eran hombres-- se metió con la mujer de otro... Este, en compañía de algunos amigos, lo agarraron a la salida de una cantina y lo llevaron a un sitio despoblado... Allí, sin anestesia ni aviso previo, le cortaron los testículos...
Fue el último día que su hermano permaneció en el norte, ante la clara advertencia de que si lo volvían a ver, "cortarían un poco más arriba"...

Ante la vergüenza y frustración que le produjo tal mutilación, en un primer instante quiso atentar contra su vida, pero por alguna razón desconocida, optó por cruzar la cordillera de Los Andes, e iniciar una nueva vida, asumiendo su "nueva realidad"...

jueves, 26 de septiembre de 2013

A mi padre


Si bien, no todos han pasado una grata infancia; nadie puede negar que, al menos en algún momento de esta, haya vivido algún momento feliz...

En varios relatos me he referido a la mía y, revisando algunas de estas mini historias, noté que no me refería mucho a mi padre o mi madre... En “hijo de tigre”, algo aludí a mi herencia genética... En “hijos de la nieve”, hice un paralelo con la infancia de mi madre y una historia reciente que aparecía en la TV... En “La Catanga”, me referí a uno de los primeros vehículos familiares (uno muy antiguo)... y en “Papá ¿somos pobres?”, me referí a una inquietud que le manifestó uno de mis hermanos a mi papá...

Pero sentí que me faltaba algo más, que aludiera a nuestra relación...

Uniendo comentarios hechos por mi madre, y una autobiografía que escuché de él y que se transmitió por la radio local, me remitiré someramente a señalar que tuvo una infancia compleja... Como muchas familias numerosas de la época (eran 7 hermanos), los recursos para educación eran limitados, así es que trabajó desde temprana edad. Recuerdo haber visto una foto de él andando en moto, era muy joven, y esta moto era de su propiedad (adquirida con sus ahorros)... Eso confirma que trabajó desde muy pequeño...

Y bien, como era emprendedor, y la vida del emprendedor autónomo en este país, es mucho más compleja que la del asalariado. Llegados los veranos, pocas veces salíamos en familia. Algunas veces a una playa a la orilla del mar en Mehuin (entonces pública, hoy los camping acabaron con ello)... Recuerdo que algunas veces fuimos a Lican-Ray, cuando el camino desde Villarrica era de ripio... Alguna salida al museo de "El Vergel" (en Angol), y otras al río Cautín (mismo que cruza mi cuidad natal y donde crecí)...

El resto del verano se lo pasaba trabajando, pues, viviendo en una zona agrícola, y siendo él un mecánico; aumentaba el trabajo y las jornadas eran: De lunes a domingo, de sol a sol (y un poco más)...

No recuerdo que tuviera vicios... Lo vi fumar sólo cuando yo ya salía de la adolescencia (y le fumaba sus cigarrillos)... Pocas veces lo vi beber (siempre le hizo mal)... Y sin embargo, nuestra relación siempre fue un tanto distante... ¿Sería porque en su infancia no tuvo mucha cercanía con su padre?, no lo sé... Aunque nunca dejó de demostrar preocupación por mí o mis hermanos.

Y ahora que mis hijos están creciendo y llegando a la adolescencia, me siento más cercano a él... Lo abrazo con más ternura, y siento que disfruta de los regalos que le hago (para su cumpleaños o navidad)... Es más, siento que al igual que los niños, está atento a estas fechas para ver con qué lo sorprendemos...

miércoles, 25 de septiembre de 2013

Mochila forestal

A pesar de no estar ejerciendo, siempre me encantó la carrera que estudié... Y bueno, como nuestros maestros tenían una buena visión de futuro, nos prepararon para cualquier escenario... Y así ha sido mi desempeño hasta el momento...

Bueno, el escenario de la cesantía es uno para el que nadie está realmente preparado... Pero ese es un incentivo perverso, que nos fuerza a cuidar lo conseguido... Por modesto que sea...

Leer, opinar, interactuar, informarnos, enlazar ideas, realizar propuestas, tomar la iniciativa... Son cualidades que no todos manifiestan, a pesar de poseerlas... Ese es el plus que brinda el tener algún estudio superior... Y eso es muy valorado por muchos empleadores...

Si bien es cierto que, uno se encuentra con personajes que parecen ser unos perfectos imbéciles. Estos han sabido sacar provecho a otros de sus talentos, tal vez menos intelectuales, pero que generan mucha simpatía y empatía... Para ellos el título es una mera decoración que, sin embargo, les ayuda a no ser avasallados tan fácilmente...


Retomando el hilo forestal... Lamento que se esté derrochando tanto personal capacitado... La verdad, todos hablan de la importancia del medio ambiente, de conservar los lugares nativos, sin embargo, nadie se interesa por RECUPERAR espacios que fueron cubiertos de bosque nativo, y hoy permanecen yermos y en total abandono...

La humanidad se mata por el control de una frontera imaginaria, pero jamás se ha preocupado de regenerar y potenciar lo que está al interior de estas... Salvo honrosas menciones...


He acompañado algunas imágenes de lugares de mi país, que son aprovechados sin que se haga mucho por ellos... Me gustaría que escenarios como este se multiplicaran, y estuvieran al alcance de todos; que fueran cuidados por todos y, que fueran protegidos por todos...

El mundo está cambiando, en nuestras manos está el que se convierta en un desierto, o en un paraíso...

Si les interesa convertir desiertos en bosques, siempre habrá un forestal dispuesto a entregar sus conocimientos y habilidades, en el logro de tan noble meta... ¡Piénselo!, todo aporte cuenta...



Servicios básicos



Servicios básicos... De tanto utilizar el término, asumimos que es algo que nunca faltará. Pues bien, llegado el momento en que un “servicio básico” falta, nos ofuscamos y comenzamos a buscar responsables...

Se nos corta la luz... “El estado no está cumpliendo con su rol”... “No debió haber vendido las eléctricas”... “Coimeros, ladrones, corruptos, vende patria, etc...”

Se nos corta el agua... “¡Hasta cuándo con los cortes de agua!... “Los técnicos se hacen de rogar para solucionar el problema, pero si se atrasa uno con los pagos, el corte de suministro es casi automático”... De ahí vociferar contra el gobierno (el de turno, cualquiera, da lo mismo), y el rezo de adjetivos poco amigables...

Y así con telefonía, señal televisiva, señal de radio..., Pero eso no es todo. Están los otros servicios básicos:
-         Salud... Aunque estén funcionando: Hay que pedir hora; esperar en la sala hasta que no haya ninguna urgencia más importante que la tuya; ni hablar de si uno tiene una enfermedad compleja... Se dificulta más la cosa... Ahí es donde nos acordamos de las autoridades y les llenamos de adjetivos (a ellos y sus familias)...
-         Retiro de basura... Esos rostros que jamás miramos, pero del que todos nos acordamos cuando fallan...
-         Y así, Oficinas de Impuestos, Servicio al Consumidor, Departamentos sociales, de Tránsito, Tesorerías, etc...

Dejando de lado los servicios “privatizados”, sólo me referiré a los estatales, no en detalle, ya que todavía son muchos...

El Estado tiene el monopolio de bastantes servicios, mismos que emplean a un gran número de personas. Estas, a través de organizaciones gremiales, han conseguido tener una serie de derechos; que con el correr de los años, han dejado en el cajón del olvido a los deberes...

Aunque por ley, son ilegales los paros; estos organismos han ido cohesionándose para presionar a su favor, dándoles lo mismo el malestar de la gente... Es más, en la gran mayoría de los casos, sus funcionarios reciben sueldos por sobre la media país. Lo cual les sitúa en una situación de “privilegio”; y recalco, no se sienten presionados a cumplir sus obligaciones... Nadie tramita más que los funcionarios del servicio público...

Hay honrosas menciones que son la excepción a la regla... Al menos, eso era hasta hace un mes... El Registro Civil siempre realizó un trabajo discreto y oportuno; pero la ambición de ciertos dirigentes, llevaron sus funcionarios a humillar públicamente a los usuarios... (Muchos de ellos, gente que vive con el sueldo mínimo... Algo así como el 60% del sueldo más bajo de esa institución...)

No pedían mejor tecnología, mejores instalaciones, comodidades para el público... No... Sólo los motivaba la ambición económica... Eso, lo encuentro detestable y falto de toda ética y moral... Mucha gente trabaja el doble, con 10 veces más responsabilidades y un sueldo proporcionalmente mucho menor... De eso no cabe ninguna duda, y me hago responsable de mis palabras... He trabajado en el sector privado y en el público, y he notado que quienes más reclaman, sólo han ejercido en el sector público... No saben lo que es trabajar de verdad, ni estar con la inseguridad de que, de un día para otro, a uno le digan: “Gracias por su esfuerzo, pero no está a la altura de lo que necesitamos”...

Algún día no estaré a la altura que requiera mi trabajo, pero mientras eso no suceda, jamás bajaré los brazos ante la necesidad de una persona... Lamentablemente no todos piensan igual... Le temen a la mafia de las masas; esas que hacen bullying al autónomo, al que tiene conciencia, al que tiene compromiso, al que tiene dedicación...

viernes, 20 de septiembre de 2013

Fiestas Patrias

La imagen no es mía, la tomé de la web.

Terminan las fiestas patrias. 203 años se conmemoran desde aquella estratégica reunión, en que personajes destacados se concertaron y años después tuvo como resultado, la independencia del país... Hasta ahí mi aporte histórico...

Extraño me siento en estas fechas, ya que de niño disfrutaba mucho... Como la situación económica no dejaba presupuesto para grandes celebraciones, con mis hermanos y algunos primos nos las ingeniábamos para entretenernos... 

Recuerdo que un año intentamos vender unas baterías malas, sabíamos que reciclaban el plomo que estas contenían... Fue un arduo trabajo el trasladarlas, y como éramos muchos los "socios", el escaso dinero obtenido por ellas, se hacía la nada misma...

Un par de años me dediqué a fabricar volantines y venderlos... Creo que ya había señalado los pormenores de este oficio, sólo destacar que reinvertía las utilidades para obtener materias primas y así poder comprar fuegos artificiales... En ese tiempo eran legales... Aquí me quiero detener para hacer una observación: Se restringió el uso de fuegos artificiales, por el alto número de niños accidentados... He aquí una ley positiva, que convirtió algo divertido, en privilegio de las elite que pueden pagar un show pirotécnico para su gente... 

Otra forma de divertirnos era con carburo y el clásico tarro de nescafé de 170 gr. (el que por esos años venía con tapa metálica), se hacía una perforación al centro de la base, en su interior se vertía la piedra de carburo (piedra que en contacto con agua libera una gas inflamable, comúnmente utilizado en soldaduras de oxiacetileno)... Cada participante cooperaba con algo de saliva, se colocaba la tapa, cubría el agujero y agitaba para acumular gas. Se apoyaba en el suelo, sujetando el tarro con un pie y yo allegaba el fósforo encendido al orificio... Se sentía un estallido y la tapa del tarro saltaba a un par de metros de este... Curioso era que siendo de noche, y estando en pleno gobierno militar (o dictadura), jamás se nos acercó algún militar a llamarnos la atención... Y eso que vivía a 2 cuadras del casino de oficiales, y a 3 de la comisaría...

Obviamente, como fabricaba volantines, parte de la utilidad se invertía en hilo extra 0 (de 400 yardas), para elevar una de mis creaciones... Ese hilo ya casi no se ve... Lamentable también, porque era muy firme...

Este año compré un volantín, de esos plásticos, con hilo de nylon... Aún permanece en su bolsa... Es primer año que no salgo con mis hijos a esta actividad... Será que están creciendo y tienen otros intereses... Tal vez eso es lo que me tiene triste... 

jueves, 19 de septiembre de 2013

Hijo de Tigre

Como siempre, recalcar que la imagen es de la web

De niño escuché tantas veces el término; muchas veces lo tomé por el lado feroz del animal, otras tantas, imaginé un tigre y su tigrito... Hasta que leí el cuento del negrito y los tigres... Ese en que los hace pelear hasta convertirse en manteca... Reforzado con la historia del loro y el Tigre, esa del loro urbano que le hablaba a un tigre, lo invitaba a tomar té, y casi es atrapado por su interlocutor... Esa misma en que el dueño del loro termina cazando al tigre...

Y así, fue cambiando mi concepción de la frase... La que a futuro supe que se redondeaba como "Hijo de tigre no pierde sus rayas"... Ahí me entré a preocupar... 

Ríase, no hay problema en ello... Eso sí, no se pase películas, no es tan malo el panorama... 

"Lo heredado no es hurtado", dicen en la otra vereda... Así es que mientras uno tenga claro qué hace con la herencia, no debiera haber problema alguno...