miércoles, 23 de mayo de 2012

Mi amigo el camionero

Uno de mis primeros trabajos de especialidad lo heredé de un sujeto muy simpático (que coincidentemente también se llamaba Eduardo). Él me enseñó parte de lo que debía saber del rubro. Como quedaba tiempo libre, conversábamos de todo un poco, así fue como le conté mis malas experiencias en cierto poblado de la región (historia que otro día contaré).

Lo puntual, él era separado, con un hijo, su ex era profesora y, todo se acabó por circunstancias que tienen relación al mismo poblado en cuestión.....

En el tiempo en que ocurrieron los hechos, él era camionero (chofer para una empresa constructora). Pagaba pensión cerca de la plaza del pueblo (siempre hay una pensión cerca de la plaza de cada pueblo); y sus días eran de arduo trabajo, cervezas al atardecer y alguna que otra salida para entablar relaciones "diplomáticas" con las féminas locales.

En una de esas salidas conoció a una mujer, a quien para estos efectos llamaremos "S", con quien comenzó a salir. La dueña de la pensión le advirtió: "Varios se han hecho los machitos con ella, y han terminado arrancando"......

De primera, bien.... Él la definió como una "maestra".... nada de "cartucha", para el común de la época....
Sus salidas se hicieron más frecuentes y, mientras la pasión de ella iba en aumento, la de él se iba debilitando..... ¡Tenía razón la doña de la pensión!..... Si existían mujeres apasionadas, esta llevaba la delantera.... Hacerle el quite no era fácil.... En fin, al grano; al llegar a su casa, la titular también quería algo de esa juvenil pasión.... Ahí venían los problemas.... De tanto ir el cántaro al agua.... Así no más fue.... Ella notó que "olía a leña de otro hogar" y antes de lo que canta el gallo, con su ropa a la calle fue a dar....

Si piensan que eso fue lo peor, no era todo.... La faena del camino seguía y, el resto de ella debió permanecer encerrado en la pensión, ya que la dama "S", de cuando en cuando iba a preguntar por él....

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