viernes, 25 de mayo de 2012

Mi amigo el Puma

Corría el mes de abril del año 1999, todos estaban revolucionados porque se aproximaba el cambio de siglo (algo así como ahora, con el fin del calendario maya); y yo realizaba mi práctica profesional; esa semana, nos tocaba recorrer el sector este del parque Tolhuaca, el cual incluía desde el cerro de las paramelas, hasta la laguna verde.

Trabajábamos en cuadrillas compuestas de 2 personas y cada una se distribuía a 400 metros de la otra; sólo habían 2 radios para 4 cuadrillas, así es que si pasaba algo, había que gritar bien fuerte. Colectábamos información de suelo, exposición, altura, flora y fauna presente... Lo más interesante era la fauna, pues, el parque no era tan transitado y era un placer hacer ese trabajo.....

Ese día, la ruta que yo seguía, se topaba con un camino, el cual aprovechammos para avanzar más rápido, además, era la ruta que podía tomar más muestras; las otras era interrumpidas por sendas paredes de roca. En el trayecto vimos huella de puma (escarban el camino marcando por donde han pasado), eran relativamente frescas, pero no le dimos tanta importancia, además, estas sólo estuvieron la mitad del recorrido y después no hubo más......

LLegamós al último punto y, a unos 100 metros más arriba, había una pasada hacia el otro lado del cerro, mi acompañante fue a ver y aprovechar de conocer, mientra tanto yo llenaba las 3 carillas de datos que debíamos recolectar, para esto, me senté en un brazo de árbol (una lenga), el cual estaba a una buena altura para estar cómodo y de paso, descansar...... Hubo un momento en que un frío recorrió mi espalda y se me erizaron los bellos de los brazos, en eso suena un deslizamiento de piedras, mi colega venía de regreso, mismo instante en que veo hacia atrás y ahí estaba: Un puma en estado salvaje.... El cual al verse sorprendido, y oir el deslizamiento de rocas se dio media vuelta y de un brinco desapareció por donde había venido..... Yo estaba frío, casi sin movimiento, pero a pesar de todo, mi corazón no se agitó.... ¿Raro, no?....

Le conté a mi acompañante, e incluso le mostré la clara huella que quedó sobre el blando suelo, me miró incrédulamente.... Regresamos al refugio, narré mi experiencia.... Misma mirada de parte de mis colegas..... Esa fue una de las mejores y más extremas experiencias de mi vida...... Algún día volveré...

1 comentario:

  1. yo pensé que ahí había un José Luis Rodríguez en estado natural listo para un concierto en pleno bosque... jajajaja

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Gracias por dedicarme tu tiempo y tus palabras...