lunes, 25 de junio de 2012

Excepto Martínez

En la vida de padre, a todos nos ha pasado que en algún momento hemos dicho: ¡Qué difícil es ser padre!. Pues bien, hay momentos en que eso se hace más frecuente de lo habitual, en particular, cuando tu hijo es víctima de bullying.

Todo comenzó en Purén. Éramos los afuerinos, los que no tienen una red de amistades y, típico en ciudades pequeñas, éramos los prescindibles. Esto quiere decir, que si se presentaba algún inconveniente, se preocupaban de quedar bien con sus más conocidos; aunque eso fuera injusto.

Cierto día de colegio, mi hijo (de entonces 8 años), sufrió la agresión por parte de un chico mayor, de otro curso, sin motivo aparente. El resultado: Fractura de tabique nasal y cirugía con otorrino.... Mi señora desecha, por mi parte igual. El director del colegio poniendo paños fríos, así es que nada se consiguió (se privilegiaron las redes de amistad).... Sólo quedó cambiarlo de colegio... Con el tiempo hubo traslado de ciudad en el trabajo de mi señora, y logramos reunirnos después de años de matrimonio, trabajando cada uno en distintas ciudades.... El costo, perderme el crecimiento y desarrollo de mis peques; pero la vida me daba la oportunidad de revertir eso.

Los primeros años de los peques (en Traiguén),  fue en una escuela pública, y tuvieron excelente acogida por parte de sus maestros... Con el tiempo la chica se fue a un colegio particular subvencionado (no se paga arancel mensual, porque lo administra una corporación realmente sin fines de lucro), y el chico se fue al liceo.

La chica logró positivos avances en sus estudios, mérito de una excelente profesora. Sin embargo, notaba que el liceo no había sido tan buena opción para mi hijo. Su profesora jefe le había hecho clases a mi esposa, en sus años de liceana; y realmente esta había cambiado.... Muchas licencias... Falta de motivación.... Quién sabe.... Lo puntual, es que parecía transmitirles eso a los peques.... Y ello llegó a tal punto, que en una reunión de apoderados (oportunidad en que fue mi señora-- nos turnábamos--), se lee una anotación al curso y era del siguiente tenor:
"Curso muy ordenado y colaborador, participa con total entrega en las actividades que se les proponen, con muy buenos resultados. Excepto Martínez..... --Ese era mi hijo--....

 ¿Díganme que no resultaba denigrante el comentario?... Y por escrito en el libro de clases..... Si había problemas, mínimo primero citar al apoderado; no voy a decir que mi hijo sea un ángel, pero supongo que debieran primeramente haber contactado al apoderado.....

En fin, cuento corto, lo cambiamos al mismo colegio en que está mi hija..... Rara vez falta algún profesor, las reglas son claras, y lo noto más motivado y entusiasmado.... Sufrió algo de bullying por parte de algunos compañeros, pero el colegio tomó parte y aclaró el asunto; hecho muy positivo porque da confianza a los pequeños a contar sus problemas y, estos sí se sientes escuchados.... Problemas siguen habiendo, no necesariamente con mi hijo, sí con otros pequeños, pero creo que nuevamente se tomarán las medidas para dar solución al tema....

Otra cosa, mi hijo participa mucho más en todo y, en reunión de apoderados, cuando nombran a los niños que hacen bullying, lo primero que oigo es un: "Excepto Martínez", pero en este caso, eso es motivo de orgullo.....

1 comentario:

Gracias por dedicarme tu tiempo y tus palabras...