Por aquellos años, mis hermanos y yo estábamos en los primeros años de enseñanza básica... Vivíamos en una antigua casona y nuestra fuente de ingresos económicos, se limitaban a lo que dejaba el taller mecánico de mi padre..... Muchas veces nos vimos apretados, pero era necesario; nunca se sabe lo que puede suceder mañana y, si no tienes bienes de los que desprenderte en caso de apuros económicos, hay que tomar otras precauciones....
Volviendo al tema del colegio, es muy común que hasta el día de hoy los niños se anden comparando.... "Mi papá tienes esto o me compró aquello".... Pueden resultar muy crueles, y si uno no es firme en sus convicciones, puede sucumbir fácilmente...
Pues bien, eso se dio en el curso de uno de mis hermanos, el cual cierto día le preguntó a mi padre: ¿Somos pobres?......
No sé qué cosas habran pasado por la mente de mi padre (preocupación, pena, angustia, desesperación, congoja... ), sin embargo, en breves segundos elaboró una respuesta: "No pues hijo, no somos pobres; ustedes son hijos del Señor Martínez".... Un brillo se reflejó en los ojos de mi hermano... Nada hacía suponer lo que sucedería días después...
Estando en clases, hubo algo de desorden entre los pequeños del curso de mi hermano, tal vez alguna discusión o pelea.... El punto es que la profesora indignada le dijo a mí hermano: ¿Pero tú qué te has creído? (o algo así)..... La respuesta fue una sola: Soy hijo del señor Martínez.......
Obviamente después de aquella respuesta (que la profesora no se esperaba), su rostro y su ánimo cambió.... No sé si se aguantó la risa (para no ofender), o simplemente quedó estupefacta.... Sin embargo, tiempo después, la profesora lo contaba a sus amigos..... Encontró muy madura y segura la respuesta de ese pequeño niño, desde entonces, uno de sus alumnos regalones....
jajajaja típica historia de mi madre, la cuenta todo el tiempo como si nunca lo hubiéramos escuchado, tal vez es la edad.
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